24.03.2023 Baldur Kapusta ist in Santa Marta, Kolumbien angekommen!!

Baldur ist der erste Marburger Student, der an der International Study Partnership CECICC zwischen der Philipps-Universität Marburg und der Universidad del Magdalena in Kolumbien teilnimmt.

 

Hier teilt er mit uns seiner ersten Eindrücke von seinem Aufenthalt in Santa Marta.

 ***Übersetzung auf Spanisch folgt unten***

Schon – oder erst? –zwei Wochen in Santa Marta. An sich eine kurze Zeit, in der schon richtig viel passiert ist. Erst ein paar ruhige Tagen, die ich zum Ankommen und Orientieren in meinem aktuellen Zuhause (ein kleines Apartment, das ich online gefunden habe) genutzt habe.

Doch dann ging es richtig los. Denn die Sozial- und Kulturanthropologie aus Marburg hat u.a. zusammen mit der der Universidad Magdalena im Rahmen des NISANSA-Projekts hier eine Konferenz zu „Sozialen Folgen des Klimawandels im Globalen Süden“ ausgerichtet, an der ich dankbarerweise teilnehmen und sogar das mir sehr wichtige Thema Solidarische Landwirtschaft präsentieren konnte.

Ein damit zusammenhängender Workshop mit Vertreter:innen verschiedener indigener Gruppen, Fischereigemeinden, Afro-kolumbianischen Gemeinden und Campesinas wurde in einem Blockseminar zu „Lokalen Epistemologien (des Südens) und dekolonialer Theorie“ als Teilnehmende Beobachtung genutzt. Direkt im Anschluss haben wir diesen unter Berücksichtigung der Theorien Boaventura de Sousa Santos und Arturo Escobars besprochen und gemeinsam einen kleinen anthropologischen Bericht geschrieben. Beim zweiten Block werden wir nach Cesar, ein Departamento in dem verschiedene Bodenschätze – u.a. Kohle, Kupfer, Gold, Gas – ausgebeutet werden und viele Konflikte bestehen, fahren, um dort ebenfalls eine kleine Erhebung zu machen.

Die Anthropologie, bzw. die Sozialanthropologie - denn hier gehören auch Archäologie oder forensische Anthropologie zur Anthropologie - scheint mir hier schon im Studium viel stärker auf Forschung ausgerichtet zu sein. Engagierte Studis finden sich in Forschungsgruppen zusammen und sind über das reguläre Studium hinaus gemeinsam am forschen und werden dabei von der Oraloteca – eine Forschungseinrichtung der hiesigen Anthropologie - unterstützt. Wo genau ich jetzt unterkomme mit der fürs Auslandssemester angedachten Forschung (die das Pendant zum Rechercheteam darstellt) ist noch nicht ganz klar, doch herrscht hier ein größere Gelassenheit, als ich es von deutschen Unis kenne. Die Atmosphäre ist eh sehr locker, Studis und Profs kommunizieren viel über Messenger und sprechen sich mit Vornamen an. Diese Lockerheit hat sich auch auf meine Beziehung zu den Dozierenden aus Marburg übertragen und ich konnte auf verschiedene Exkursionen mitkommen, u.a. zu Palafitos, Stelzenhäusern in der Cienaga Grande, einer Mangrovenbucht, in der Fischereigemeinden leben. Dort haben wir außer zu deren Aufforstungsprojekten, fast wie nebenbei, noch von der brutalen Realität der Zeit des bewaffneten Konfliktes erfahren, in dem auch dort etliche Menschen ermordet wurden. Eine Realität, die ich schwer nachfühlen kann, als Mensch der aus sicheren deutschen Verhältnissen kommt. Doch wird mir auf diese Weise die von Sousa Santos analysierte abyssale Linie deutlich. Genauso wie eine andere Form von Geselligkeit, denn es passiert häufig und schnell mit Unbekannten ins Gespräch zu kommen und Freundschaft zu schließen, also zumindest Nummern auszutauschen. Ein Form des lockeren Miteinanders, die mir in Deutschland so meist nicht begegnet.

Es sind viele intensive Eindrücke und Kontraste, die mich glücklich machen und darin bestärken, dass es eine gute Entscheidung war, mich auf das Auslandssemester eingelassen zu haben und nun hier im warmen unter Mangobäumen diese Zeilen zu schreiben. Ich bin sehr gespannt, was noch alles kommen wird.

 

 

***VERSIÓN EN ESPAÑOL***

Ya – ¿o tan sólo? – dos semanas en Santa Marta. En sí un corto tiempo en el que ya han pasado muchas cosas. Primero unos días tranquilos, que aproveché para llegar y orientarme en mi actual casa (un pequeño piso que encontré por internet). 
Pero luego las cosas se pusieron realmente en marcha. El Instituto de Antropología Social y Cultural de Marburgo organizó, junto con la Universidad Magdalena, una conferencia sobre las "Consecuencias sociales del cambio climático en el Sur Global" en el marco del proyecto NISANSA, a la que tuve el placer de asistir e incluso presentar el tema de la agricultura solidaria, que es muy importante para mí.
Un taller relacionado con representantes de diferentes grupos indígenas, comunidades pesqueras, comunidades afrocolombianas y campesinas sirvió de observación participante en un seminario en bloque sobre "Epistemologías locales (del Sur) y teoría decolonial". Inmediatamente después, discutimos esto a la luz de las teorías de Boaventura de Sousa Santos y Arturo Escobar y escribimos juntos un pequeño informe antropológico. En el segundo bloque, viajaremos a Cesar, un departamento en el que se explotan varios recursos minerales -como carbón, cobre, oro y gas- y donde existen muchos conflictos a causa de este tema. Allí realizaremos también una pequeña encuesta. 
Me parece que aquí la antropología, o antropología social -porque aquí la arqueología o la antropología forense también pertenecen a la antropología-,está más orientada a la investigación. Los estudiantes comprometidos se reúnen en grupos de investigación e investigan juntos más allá de sus estudios regulares y cuentan con el apoyo de la Oraloteca, una institución de investigación de la antropología local.

Aún no está claro en qué equipo de investigación trabajaré (que es la otra parte del equipo de investigación), pero el ambiente aquí es más relajado de lo que estoy acostumbrado en las universidades alemanas. Los estudiantes y los profesores se comunican mucho por Messenger y se tutean. Este ambiente relajado también se trasladó a mi relación con los profesores de Marburgo y pude hacer varias excursiones, entre ellas a Palafitos, casas sobre pilotes en la Ciénaga Grande, una bahía de manglares donde viven comunidades de pescadores. Allí, además de sus proyectos de reforestación, conocimos adicionalmemte, la brutal realidad de la época del conflicto armado, en la que muchas personas fueron asesinadas. Una realidad que me resulta difícil comprender y sentir en su totalidad, como persona que procede de un entorno alemán seguro.

Así mismo aquí existe otra forma de sociabilidad, se pueden entablar con frecuencia y rapidez conversaciones con desconocidos y hacer amigos, es decir, al menos intercambiar números. Una forma de convivencia descomplicada y más relajada que no suelo encontrar en Alemania. 
Hasta ahora las impresiones y los contrastes han sido muchos e intensos, esto me alegran y confirma que fue una buena decisión embarcarme en este semestre en el extranjero y ahora escribir estas líneas aquí, al calor, bajo los árboles de mango. Estoy muy ilusionado con lo que aún está por llegar.